La reciente información sobre el
infiltrado de la policía Federal en la Agencia de Noticias Rodolfo Walsh pone
sobre el tapete una realidad de la que debemos hablar. Durante más de 10 años, este
siniestro personaje se hizo pasar por periodista de la agencia, disfraz que
utilizaba para conocer el movimiento interno de las agrupaciones y sus
actividades, de este modo las fuerzas de la ley siempre estaban un paso por
delante de los militantes. Finalmente, una década más tarde alguien sospechó y
la verdad cayó por su propio peso. Entonces cabe preguntarnos: ¿cómo es posible
que durante 10 años un infiltrado haya pasado desapercibido? ¿Por qué pasó tanto
tiempo antes de que alguien preguntara? ¿Son las fuerzas de inteligencia
locales tan habilidosas para mantener el secreto oculto durante una década? ¿O
simplemente la izquierda es confianzuda e ingenua?
Y la
respuesta a mi entender es esto segundo, la razón es precisamente la simpleza
de los movimientos populares. Los movimientos populares tienen moral, va a
favor del bien por el bien mismo, y lo justo por lo que es justo, y la reforma
agraria porque eso es lo mejor para todos, el que milita lo hace porque lo
siente y lo quiere, la Izquierda tiene ética, juega limpio, jamás se le
ocurriría meter infiltrados en la policía, o secuestrar y torturar gente del
partido contrario, o ninguna de las prácticas que la derecha aún hoy, en plena
democracia (dudosa, pero democracia), sigue poniendo en práctica. La derecha,
en cambio solo vela por satisfacer sus intereses sin importar los medios. Los
Señores Feudales modernos hacen y harán todo lo que esté al alcance de su mano no
solo para permanecer en el poder, sino quitarnos cada vez más el poco que le
queda al pueblo.
Todo vale para ellos, y por más
descabellado que pueda sonar bien podría ese compañero colaborador ser un
agente policial al servicio del aparato represivo del Estado. Porque si algo ha
quedado claro con lo sucedido en la Walsh es que la derecha se quitó el
uniforme verde oliva para usar saco y corbata. No nos damos cuenta, porque
somos ingenuos e inocentes, porque creemos que el cambio social se hace con
amor y respeto, todos unidos como hermanos procurando satisfacer nuestras
necesidades sin explotarnos los unos a los otros, lo cual es enteramente cierto
y a por eso vamos, pero una cosa no quita el innegable hecho de que el
Terrorismo de Estado todavía sigue operando por lo bajo, despacito, socavando
terreno lentamente, siempre un paso delante de los movimientos populares. Julio
Lopez, Mariano Ferreyra, Luciano Arruga, Sala Alberdi, por mencionar unos pocos
de la interminable lista de evidencias de que la democracia no es sinónimo de
libertad. Y que la ley del más fuerte sigue en plena vigencia porque evidentemente
los más fuertes hacen cualquier cosa por seguir siéndolo.
Los movimientos populares jamás
adoptaran el “vale tutti” para el cambio social salvo en tiempos de guerra
expresa, pero debemos saber y recordar que la derecha sí lo hará y lo hace para
mantener a la sociedad tal como está. Debemos estar preparados para el juego
sucio y las trampas que nos pongan en el camino, vendrán por montones. No hay
cabida al temor o la paranoia en estas palabras, sino trasmitir una idea de alerta,
de apertura de ojos, de levantar las orejas, olfatear el aire y ser cautelosos
en la llanura para que los depredadores al acecho no puedan tomarnos por
sorpresa. Seamos nosotros quienes estemos un paso por delante para evitar el
gran daño que hacen.
Abrace al compañerx y conózcalo como a un hermanx. Estiremos los
brazos más allá del ámbito de militancia y hagamos una familia grande y fuerte
a la que pueda entrar cualquier persona y en la que nadie quede desatendido
para que la verdad y sólo la verdad cunda entre los nuestros. Sea cual sea el
movimiento popular en el que estés militando, hagamos eco de las palabras del
mismísimo Rodolfo Walsh: “el terror se basa en la incomunicación. Rompa el
aislamiento”.
David Piedrabuena
Escritor, editor, fliero y maestro mayor de obra
www.piedrabuena.blogspot.com
www.editorialtintachina.blogspot.com
1 comentarios:
Hay demasiada ingenuidad y credulidad en los movimientos sociales, es ciertos. Seguimos sin darnos cuenta que cambió la cara de la figurita que gobierna, pero el estado sigue siendo el mismo patrón de siempre.
Hasta que no nos demos cuenta de eso nos van a seguir pasando por arriba.
Saludos y Suerte
J.
Publicar un comentario