SOLITÚDINE
Dafne Mociulsky
A Dafne la conocí en una reunión de la FLIA en el Sexto Kultural en Chacarita, en ese
año en que arrancó la FLIA
(2006). En ese entonces truequeamos libros, y después leí una novelita corta de
ella que me hizo acordar al Dostoievsky de Noches
Blancas. Tiempo después leería otras dos novelas de Dafne, que me gustaron
mucho, y también me divirtieron: Miedo
roto y Martín Descoronado. Más
adelante, en medio de una amistad literaria y fliera, Dafne me pidió que la
ayudara con este libro Solitúdine
(2009), a corregirlo, hacerle sugerencias, y a escribirle un prólogo. Entonces
escribí lo que pensaba y pienso, que Dafne es una escritora fresca y original y
tiene una de esas virtudes que uno encuentra en los grandes escritores: sus
libros son diferentes unos de otros.
En especial esta novela está centrada, en buena parte, en la búsqueda de
su personaje principal –una niñadolescente despertando a un mundo complejo y
una “realidad adulta”- una búsqueda de una respuesta espiritual a sus problemas
vitales e inquietudes “existenciales”.
Solitúdine es entonces la historia de un buceo espirituoso y
respetuoso en uno de los cultos más menospreciados y estigmatizados por el
oficialismo religioso: el Umbandismo. Es a la vez una invitación a la tolerancia
racial y religiosa. Y pone en el tapete aspectos reales y decadentes de la
sociedad moderna y posmoderna: como los prejuicios y las persecuciones raciales
y religiosas.
Es también en parte, un reflejo
de nuestra Argentina contemporánea: “un
país racista”, como dice una voz de Solitúdine.
Dafne entreteje entrecruza hilos
y historias y una serie de intensos despertares: un despertar sexual, un
despertar espiritual, un despertar vocacional, un despertar de personalidad o
identidad. Dafne intercala íntima y naturalmente historias dentro de otras
historias y algunas fotos fragmentos del derrumbe de los valores establecidos, durante
la caída de la clase media argenta pos 2001.
Dafne “la rusa” Mociulsky es una “escritora de raza”, parte de una larga
tradición de poetas arriesgadas y valientes como lo fueron en estas tierras
Juana Manuela Gorriti, Alfonsina Storni, Alejandra Pizarnik. Y también es parte
de una tradición que incluye a los queridos escritores rusos como el citado Dostoievsky,
además de Gogol y Tolstoi. Y a los citados en esta novela Ana Frank, Kafka y
Julio Cortázar, entre otros.
Y en Solitúdine como en sus anteriores libros, Dafne pinta nuestra aldea
con pinceladas femeninas y tiernas, curiosas y “justas”, poéticas y
graciosas.
Esto es una invitación a leerla
abiertamente. Por que Dafne es una de las grandes escritoras de nuestro tiempo.
Solitúdine (2009), fue editado y reeditado en varias
oportunidades, por distintas editoriales flieras.
Pueden encontrarlo en la próxima FLIA, de la que Dafne Mociulsky es y ha
sido siempre una parte.
Xuan Pablo González, 2009-2014
0 comentarios:
Publicar un comentario